viernes, 27 de septiembre de 2013

Dias de Septiembre





Como siempre una canción y algunas letras con sabor  a verso me acompañan en los despertares difíciles. Se juntan las emociones del verano con la incertidumbre del otoño. Algo empieza, algo termina. Todo busca su sentido entre las sombras.

Como casi siempre, olores y dolores, recuerdos y presentes que retuercen las balas disparadas en distintas direcciones, directas al corazón.

Puede que las sonoras avenidas  de septiembre se hayan acostumbrado a los rumores ocultos de ese  silencioso Agosto que dejamos atrás  y guarden para los días de invierno los  rumores que escondidos y ocultos se llevará el frío, esos que apaciguará el roce delicado de los hogares llenos de ternura e infancia desmedida, de locura y frases escondidas en el fondo de un beso.

No oculto que las calles hoy me parecen sirenas traidoras que me empujan al mar para no verme mas, mientras este  desierto de asfalto sin olas que me susurra, que me consiente, que me devora,  intenta retenerme.  

Es verdad que sus cantos perdidos y dulces me han empujado al abismo, al cuerdo resultado de lo pronombres personales: yo, tu, el... y ella, ella, ella .

A lo mejor resulta que todo esto es un ciclo rutinario, un ordenado trabajo  en medio de este caos, como si algunas semillas que se escurrieron de los bolsillos hace muchos meses brotaran ahora con los  frutos de la fértil lejanía en estos primeros días de Otoño, en este espacio del tiempo donde hay que trasplantar lo que se pueda replantar y desechar lo que ya no vale, lo seco, lo que nunca crece, lo que te empuja hacia dentro y no te deja avanzar. Un pasado que por mas luz y dulzura que presente se ha quedado sumido en la mas profunda oscuridad.

Todo acaba muriendo, terminando. Desde mi silla lo contemplo en la lejanía, con la sospecha siempre alerta de quien puede ser el siguiente.. . Cada día hay alguien al que el amor golpea y asola dejandole maltrecho. Cada dia una ausencia, una presencia cercana que ya no está. Cada dia momentos aislados que nos llevan a lugares donde estuvimos , lugares que ya no existen. Mientras,  interrumpo la rutina de mis recuerdos con otros recuerdos:  una mirada perdida , un olor tenue, el roce de una evocación tardía .
Pero siempre hay un final, una bruma que inquieta explota en nuestros ojos limpiando ese pasado para volver a empezar o terminar lo iniciado.

Terminar, compartir el final, como si la muerte caprichosa quisiera siempre acudir o  estar al acecho de esas hojas que caerán  por el frio y la oscuridad del tiempo, cerrar capítulos inacabados, hurgar en la tierra, cubrir con  silencio eso días tan esquivos donde el hielo amenaza con desterrarnos. Esas son sin duda sus rutinas, sus inetereses creados en este mundo desigual donde ni siquiera ella con su implacable daga es capaz de ser justa, de ser leal, en ese pacto no escrito con la vida.

Las mañanas son calurosas todavía pero cada vez menos intensas, cada vez mas distraídas. . Los sentimientos se ven avocados a respirar y  a morir, con cada uno de nosotros. También tienen sus ciclos y también sus estaciones.

Cansado,  colgué las dudas ayer en la percha del olvido  y me repasé  las fotografías de estos meses, esas que delicadas tocan  mi espalda y me hacen volver la vista al pasado.
A lo mejor resultan nocivas para una sana convalecencia, pero a veces no hay mas remedio que vivir con la enfermedad atada al pecho, cautiva, silenciosa, fiel y sólida compañera de tardes y noches de por vida.

No por todo esto el sol se esconde, ni por dudar de el  tantos años te escatima una sonrisa. Pareciera que su instinto quisiera devorarte a solas, pero al final solo acaricia,  ama  y roza, solo abraza y  reconstruye tu figura.
Hoy la luz vuelve a asomarse, pero a mi no me apetece verla.

Las mañanas no te secan las lagrimas ni te abarrotan el correo de palabras bonitas los primeros rayos de luz en la ventana.
La vida sigue tal y como no habíamos planeado.

Nos reubicamos, cambiamos para seguir viviendo esa vida intensa llena de tantas vidas. Engañamos a la rutina e iniciamos el desalojo.

Soñamos con ese sitio diferente, algo insólito, único, infinito...  pero volamos con las pesadas alas de la nostalgia y al final el presente siempre nos devuelve a la serena constancia de una vida de pequeños contrastes que hacen que todo sea sencillo, real, ambiguo y tan complejo.... .

De repente me doy cuenta que  esto solo son palabras que a nadie interesan demasiado, frases escondidas que brotan de un lugar desconocido para mi, palabras que como siempre dejaré dormidas sin mas, en la esquina de tu nombre.